LA PASIÓN DEL FÚTBOL

Escritores con Pasión, futbolistas mediocres. Todo eso y más aquí.


THE LONG AND SLIPPY ROAD TO RED GLORY

La temporada empezó de la misma forma como terminaría, una final, el Chelsea y penalties. Fue muy fácil para van der Saar en Wembley, empezamos con un buen presagio en el Community Shield. También los refuerzos prometían; dos consagrados y dos estrellas del futuro llegaban a Carrington.

El comienzo de la temporada fue dudoso, una lesión tempranera de Wayne Rooney y un equipo que no encontraba el buen fútbol que lo había situado campeón. Dos empates, ganando sus partidos por mediocres 1-0 y perdiendo el primer Derby contra el Manchester City; con el debut Europeo en el medio, en donde derrotamos con tranquilidad a domicilio al Sporting y empezábamos a escribir una historia llena de gloria. Todo así hasta el primer punto de inflexión.

CHELSEA: UN GRANDE HERIDO
Enfrentamos a Chelsea en Old Trafford, los Blues que llegaban acabando de ver cómo Jose Mourinho daba un paso al costado y por consiguiente sin muchas aspiraciones. Como siempre, nos estrellamos con una defensa sólida y ellos también; y con paciencia atacamos hasta que apareció una genialidad del genio de todos los tiempos y una avivada de Tévez, que anotaba así el primero de una serie de goles fundamentales. Al final, un penal regalado a un jugador mediocre como Saha nos sellaba un contundente 2-0.

Esta era una buena seña, una excelente seña. Pasábamos la primera gran prueba, pero la alegría duraría poco porque esa misma semana el modesto Coventry City nos eliminaba de la Copa de la Liga. Probablemente Fergusson y el club habían aprendido que el que mucho abarca poco aprieta, y renunciaban a una competencia que es considerada el consuelo de los chicos.

Luego nos recuperaríamos con esfuerzos ante Birmingham y retomábamos el rumbo, buscando alcanzar a un Arsenal que jugaba muy bien y no daba muestras de flaqueza. Ahora, vendría el segundo reto, la Roma.

ROMA Y EL COMIENZO DE UNA RACHA
La Roma de Spaletti con Totti a la cabeza regresaba al teatro de los sueños a hacer lo que mejor sabe, perder contra el Manchester United. En un partido parejo en donde la Roma mostró lo suyo y pudo hacer daño, Manchester United ganó con un golazo de Wayne Rooney y su espíritu de goleador.

Allí empezaría el estallido de buen fútbol del Manchester United, con Anderson y Carrick en el medio campo en gran nivel y el estallido de Cristiano Ronaldo y Wayne Rooney, se vendrían cuatro partidos anotando de a cuatro goles. Wigan, Aston Villa, Dynamo Kiev (dos veces), Boro y Blackburn pagaron los platos rotos. Gracias a esa racha cortamos camino en la Premier y nos encontramos ya clasificados a Octavos de final de la Champions.

En el medio de esta racha quedó el segundo encuentro de liga importante, el Arsenal nos recibía en el Emirates en un encuentro espectacular que tuve el gusto de ver, todo lo que se podría esperar de un choque entre primero y segundo. Después de ir ganando 2-0, finalizando el partido Arsenal empató el partido y las cosas seguían con el Arsenal arriba.

BOLTON Y LA PRIMERA DERROTA
Luego, lo impensado. En el Reebook Stadium el Manchester United caía ante el alicaído Bolton Wanderers, el equipo que al final le daría una mano. Una derrota dolorosa, que generaba preocupación al ver el nivel del Arsenal y ver cómo perdíamos un partido que no estaba en los planes. Sin embargo, nada como Europa para recuperar ánimos, y con una genial actuación de Cristiano Ronaldo, vencimos al Sporting de Lisboa y empezábamos a perfilarnos como candidatos a la máxima gloria.

Así seguíamos ganando y ganando. Incluso sacamos un empate del Stadio Olimpico con los suplentes que nos valió el acabar la fase de grupos invictos. En medio de todo, conseguimos un resultado que ya es costumbre ganar en el fortín de Anfield Road al Liverpool que ponía sobre la mesa la premisa de que la defensa del Manchester United había encontrado un equilibrio al fin, y claro, el milagroso de la temporada Carlinhos Tévez.

El 2007 terminaba con una cuarta derrota ante West Ham en Upton Park, y más preocupaciones tras el Boxing Day porque seguíamos segundos.

UNA DE CAL, MUCHAS DE ARENA
Enero fue el mejor mes de la temporada sin duda para el equipo. Ganamos todos seis los partidos en liga y copa, anotamos dieciseis goles y sólo permitimos uno, con un Cristiano Ronaldo inspirado y una noche mágica ante Newcastle con una aplastante goleada 6-0. Estábamos listos para Febrero y retomar así el camino Europeo, antes de iniciar el tramo final del campeonato.

Pero Febrero empezó mal, muy mal. Primero un empate ante Tottenham, con un gol de último minuto de Carlitos que a la postre adquirió importancia porque ganamos la liga por dos puntos. Y luego, el Domingo 10 en el que Old Trafford se vestía de gala para homenajear a los Babes que murieron en Munich hace 50 años en la tragedia más grande en la historia del club. Se jugaba el Derby y en una sentida ceremonia, los jugadores usaron el mismo uniforme de aquella época. una tragedia se conmemoró con otra tragedia, perdiendo ante el rival de la ciudad de una forma muy clara, el City nos pasaba por encima.

Ese partido contra Tottenham no sólo marcó la importancia de Tévez. Para mí hubo dos jugadores fundamentales sin los cuales estoy seguro de que no hubiéramos sido campeones, y luego de varios encuentros en la banca relegado fue muy claro que entró a salvarnos el partido y Fergusson empezó a ver que Michael Carrick era imprescindible. Rooney lo dejó muy claro con su ausencia de principio de temporada.

ARSENAL SUFRE EL GOLPE DE GRACIA
Sin embargo, un campeón se empieza a mostrar cuando se recupera de las adversidades. La semana siguiente enfrentamos al Arsenal por la FA Cup, el clima estaba tenso e incierto, dado que esa semana retomaríamos Europa en el difícil Stade Gerland y el ánimo estaba por el suelo en todos, hinchas, plantel, técnico y club. Y aunque al final esa victoria no serviría de nada por cuenta del Portsmouth, sí estoy seguro de que esa victoria aplastante 4-0 con una soberbia actuación de Carrick y Nani significó el inicio de la debacle del Arsenal y empezó a marcar la toma de la punta.

Luego, en Gerland otra vez la cabeza de Tévez apareció para salvar las papas y quedamos muy tranquilos con un empate y un gol a domicilio. Como fue casi toda la Champions League, fue un empate con lo justo. No asi la nueva goleada en Saint James Park ante los pobres muchachos del Newcastle.

Así, goleamos de paso a Fulham, y vencimos en Old Trafford otra vez con Cristiano al Lyon y aseguramos el pasaje a Cuartos de Final otra vez. Hasta ahí la temporada no había sido muy diferente a las anteriores, ahí no había empezado a cambiar la historia.

OTRO GOLPE, OTRA RECUPERACIÓN ROJA
Así llegó nuevamente lo impensado, el Portsmouth nos irrespeta en el mítico old Trafford y en medio de una expulsión y muchos goles perdidos, quedábamos afuera de la FA Cup. Ese día sentí rabia y frustración. Hoy, si me preguntan prefiero haber perdido ese día y así alivianar la carga de los jugadores; quien sabe si continuando en la FA Cup hubiéramos acabado como la temporada anterior, molidos y con un tercio de la gloria.

Ahora llegaba Liverpool a Old Trafford, donde se encontró con un equipo imposible y cayó por amplio margen, como debe ser. El Liverpool de Benítez nunca ha estado a la altura de la Liga Premier y lo demostró ese día. Esa victoria tendría un significado más importante aún, por esa época ya el Arsenal había alcanzado el límite y empezó a quedarse sin fuerzas ni plantel, y a apuntar todos sus cartuchos en Europa. Y de paso, Aston Villa se llevó cuatro para Birmingham.

ROMA CAN´T HANDLE THIS
Luego de empezar a enfilarnos hacia el título de liga, vendría el reto de volver al Stadio Olímpico. Esta vez en cuartos de final, otra vez en cuartos de final. Sin Totti Roma se vió desorientada, y gracias a la suerte y a una genialidad de dos genios ganamos 2-0 y ya prácticamente nos instalamos en Semifinales. Yo acepto que creo en la suerte del campeón, y ese día confieso que empecé a ilusionarme.

El resbalón ante Middlesbrough en Riverside no significó mucho en la cima, dado que Arsenal también empataba su partido contra Liverpool en medio de esa apasionante serie de tres partidos. La clave de esa jornada fue que un Chelsea que en silencio perseguía la cima de cerca de repente se encontró ahí no más y se metió en la discusión.

Finalmente, como era de esperarse vencimos a la Roma en Old Trafford. Quien si no Tévez, gracias a un centro de Owen Hargreaves. Luego de una temporada regular, este gran jugador empezaba a encontrarse con ssu juego y a tomar protagonismo.

ARSENAL A LA LONA
Ese mismo fin de semana recibimos a Arsenal. El tiempo se pasaba volando y ya estábamos en medio de Abril cerrando la liga y en semifinales de la Champions. En Old Trafford Adebayor puso a los Gunners arriba, pero gracias a un claro penal empatamos el partido, y cuando más enrredado estaba, apareció el riflazo de tiro libre de Owen Hargreaves y un gol fundamental, que a pesar de que no estábamos jugando bien nos devolvió el impulso, y de paso sacó al Arsenal de la pelea. Esos pobres se quedaron en la misma semana afuera de todo.

Luego, el empate contra el Blackburn sobre la hora, dejando muchas dudas y con un gol salvador en pelota detenida en el final del partido. Un gol del Salvador de siempre, Carlitos Tévez. Llegamos llenos de dudas al Camp Nou. Un estadio con un hermoso recuerdo de gloria Europea.

Allí jugamos de la manera más vergonzosa de la temporada, refugiados atrás, colgados del travesaño y entregando al iniciativa. Lejos de nuestra verdadera identidad, y derrotando al espectáculo. Lo peor es que casi nos llevamos la victoria pero la fortuna no le sonrió al goleador del equipo y todo quedó en ceros.

LA LIGA SE COMPLICA, LA CHAMPIONS NO
Tremenda semana, Barcelona, Chelsea, Barcelona. El panorama era complicado y se puso peor cuando en Stamford Bridge caímos en un emocionante partido gracias al único error de Michael Carrick en toda la temporada. Ballack nos apuntó dos y llegábamos al partido decisivo con el Chelsea con los mismos puntos pero con la ventaja de los goles a favor.

Entonces, las dudas asaltaban al Manchester United y sus alrededores. La prensa presionaba al equipo, pero Fergusson muy sabiamente respondía: "Sí, estamos en semifinales de la UCL y a dos partidos de ganar la liga, somos un desastre...". Yo creo que estas palabras llegaron a los jugadores y fueron la inyección anímica que faltaba al plantel.

Apareció la muralla defensiva, Barcelona no pudo inquietar. Y apareció un ídolo, el botín derecho de Scholes anotó un gol de antología que nos puso nuevamente en una final Europea, empezábamos a sentir la gloria y el frío metal orejón en las manos.

CAMPEONES DE LIGA, OTRA VEZ
Ya me falla la vista estando tan cerca del final. Al Manchester United le pasaba lo mismo, pero ese final lleno de gloria que se podía ver a lo lejos fue el ánimo que el equipo utilizó. Vencimos al West Ham muy claramente, sin despeinarnos, con un hombre menos. Fue un baile, una goleada con dos golazos (uno de Ashton, otro de Tévez).

Luego viajamos al JJB, visitamos a Stevie Bruce y sus muchachos, que habían causado problemas al Chelsea. Bajo la lluvia, empezamos nerviosos y definimos el campeonato a la vez con Chelsea. Empezamos bien, con un penal dudoso que luego compensarían dejando de pitar otro claro. Luego los nervios del gol de Sheva en Stamford Bridge y la arremetida de Wigan.

Y al final, del pie izquierdo de Ryan Giggs y un pase magistral de Wayne Rooney llegó la confiirmación de un título que se tejió durante todo un año. Me alegró mucho el título, pero el hecho de que Ryan haya estado ahí presente me alegró más. Un merecido premio a mi ídolo, al mejor de todos los tiempos. La mitad de la gloria era... nuestra!

IT ALL COMES DOWN TO CHELSEA
Tal y como empezamos la temporada, y como terminamos la anterior, los dos grandes rivales de Europa e Inglaterra de los últimos años se enfrentaban en Moscú para definir de una vez por todas quién era el mejor de Europa.

El día llegó en medio de toda la atención que la orejona despierta; la primera final Inglesa de la historia del torneo, rumores, novelas, especulaciones, lesiones, declaraciones, hinchas, y mucha pero mucha expectativa. Los nervios... sólo empezaban.

El drama empezaba con una linda jugada y un testazo del mejor jugador de la temporada. Arriba Man Utd.

Chelsea como adormilado, Tévez perdiendo goles increíbles y el Manchester United no pudo dar el golpe de gracia.

Un resbalón le daba el empate al Chelsea. Todo como al principio.

Un segundo tiempo todo de Chelsea, donde la suerte demostró estar con los reds. Tiempo extra señor.

Mucha lluvia, sin fuerzas ámbos equipos jugaban como podían y los dos generaban oportunidades y nada.

Una expulsión tonta de un jugador tonto, gracias a Drogba el Chelsea tenía un ejecutor de penales menos.

Llegaron los penales, todo bien excepto que el que nunca fallaba volvió a fallar. Toda la oportunidad para Chelsea y Jhon Terry, quien con mucha gallardía dió un paso al frente y demostró que está hecho de acero. Que lástima que el mismo resbalón que perjudicó a van der Saar en el empate le negó la gloria.

Pero que lástima ni que nada, volvimos a la vida y reclamamos lo que es nuestro trofeo. una vez más el pie mágico de Ryan Giggs y van der Saar detenía el penal de Anelka. Toda la gloria soñada por todos los hinchas del mundo desbordada, Manchester United se proclamaba por tercera vez campeón de Europa.

Grité, salté, lloré, respiré profundo, abracé a mi tío William y me arrodillé. Saqué mi camiseta roja del closet donde la había exiliado por cábala, la misma cábala por la que no ví ningún partido desde Octavos de Final en vivo. Tiene sentido, porque no ví en directo tampoco la del 99.

Mientras Ferdinand y Giggs levantaban la orejona ví como Dios me regalaba la dicha de ver otra vez a mi equipo en la cima, con orgullo, con alegría de que sea Ryan y sin poder creerlo aún, aún no me creo que el Manchester United reine Europa.

Hoy, descansamos con una sonrisa, ESTA NOCHE Y MUCHAS MÁS TODA LA GLORIA SERÁ TODA NUESTRA...

Everybody shut up and praise...


GLORY GLORY MAN UNITED!

Berlusconi

"En la mesa se conoce al caballero" decía mi madre:




Viejo cochino.

Euro 2008

Con el Panini en mis manos y una botella de Coca-Cola a mi lado, me apresto a hacer mi análisis de la competición de selecciones más importante después del Mundial.

GRUPO A
Suiza: En el Mundial de 2006 era claro que su meta verdadera era esta competición. Y tiene con qué. Defensas experimentados y jóvenes (Senderos, Degen, Djourou, Magnin), un jugador desequilibrante como Valon Behrami, y la experiencia de Alexander Frei. Además, son locales, y eso todos sabemos que pesa mucho.
República Checa: Se lesionó Rosicky. Y, a pesar de que tengan una defensa espectacular y al mejor arquero del mundo después de Iker Casillas, veo que esta cita será la segunda gran decepción para los hinchas checos. El recambio ya está acechando en los camerinos de Praga.
Portugal: Felipao no sólo tiene la experiencia de un Mundial ganado a cuestas, sino los jugadores para hacerla bien. Esta es, sin duda, la oportunidad de oro para que Cristiano Ronaldo pruebe que es el mejor jugador del mundo. Y tiene con qué. Pero si no gana la Euro, ese trofeo puede irse fácilmente a España.
Turquía: Para los que preguntan, todavía juegan Rüstü, Hakan Sükür y Emre. Y dudo que Hamit Altintop (¡qué buen jugador el del Bayern!) o Nihat puedan salvarlos. Pero la garra turca es fuerte.

Clasifican: Portugal y Suiza. Coco: Turquía. Decepción: República Checa.

GRUPO B
Austria: Hace mucho tiempo Austria era una potencia. Hace algún tiempo Austria era relativamente temible. Hace años los austríacos tenían jugadores como Krankl o Polster, que la rompían en ligas de verdad. Pero hace mucho tiempo. Si están aquí, es sólo porque son locales. No esperemos mucho.
Croacia: Si hay algo que tienen los croatas es suerte. En vez de estar en un grupo con dos o tres candidatos al título, el único rival de verdad que tienen es Alemania. Y, a diferencia de los polacos o los austríacos, tienen jugadores desequilibrantes (Kranjcar, Babic, Srna, Modric -tengan cuidado con este, la nueva contratación de Juande en el Tottenham-, Klasnic), y algo que no se consigue a menudo: experiencia.
Alemania: Ballack en su mejor forma. Jugadores jóvenes con la suficiente experiencia para lucharla y las ganas de recuperarse del bajón de la semifinal contra Italia. A falta de uno, tres goleadores. Schweinsteiger. Seguro candidato al título.
Polonia: "Mucho tilín tilín y nada de paletas". Siempre clasifican, siempre decepcionan. Si de arqueros se trata, bien (Boruc es excelente, Fabianski está cogiendo cancha, Dudek puede llegar de sorpresa y el Neco Kuszczak... bueno, es el Neco Kuszczak). De resto...

Clasifican: Alemania y Croacia. Coco: No hay. Decepción: De por sí, que Polonia y Austria estén es una decepción.

GRUPO C: El grupo de la muerte
Holanda: Me encanta esta selección para la Euro. Balanceada, joven (pero con mucha experiencia a cuestas), con jugadores que la meten (van Nistelrooy, Huntelaar, Babel, van Persie), que la juegan (van der Vaart, Sneijder, Kuyt), y con ganas de poder hacer lo que la generación anterior (Seedorf, Zenden, los de Boer, Kluivert...) no pudo hacer: Ganarse algo. Tengan cuidado.
Italia: Son los campeones del mundo, y eso ya debería ser suficiente. Pero, no contentos con eso, tienen a Luca Toni on fire, al usual cerrojo en el mediocampo (Pirlo, Gattuso, Perrotta, De Rossi), a los animales de siempre para cobrar tiros libres, y a Buffon.
Rumania: A primera vista los rumanos son el punto débil de este grupo. Pero los rumanos tienen sus armas. Contra, Dica, Marica, Mutu... pueden salir con una sorpresa. No son la generación de Hagi, pero tienen su nosequé.
Francia: Los bleus hasta ahora comienzan su renovación. Y si bien veremos mucho de Benzema, Ben Arfa, Toulalan, Nasri y Sagna, no sé si les alcance con eso. Eso si, si se engranan bien pueden salir con algo grande. Pero Dios sabe que a los franceses eso de las fases clasificatorias no se les da muy bien que digamos.

Clasifican: Holanda e Italia. Coco: Rumania. Decepción: Tal vez Francia.

GRUPO D
Grecia: La base de 2004 sigue (Nikopolidis, Basinas, Seitaridis, Stelios, Charisteas). Y eso es bueno, pero puede ser un poco peligroso. Pero les tengo fe.
Suecia: Si tenemos que llamar al jugador de 37 años que está a nada de retirarse, poseemos problemas. Si no ha salido un jugador grande de nuestro país desde el que mostramos hace seis años en Japón (y que no hizo nada), poseemos problemas. Si nuestra base sigue siendo la misma de hace seis años, definitivamente poseemos problemas. No me extrañaría que a los suecos los eliminaran en primera fase. Ya es hora de un recambio generacional en el Råsunda.
España: No está Raúl. Pero, línea por línea, es la mejor selección que hay en este torneo. El mejor arquero del mundo (y dos de los diez mejores de suplentes), un central curtido, un lateral derecho que mete goles, un mediocampo temible (Xavi, Alonso, Cesc e Iniesta), delanteros que la meten, y un banquillo lleno de suplentes que pueden arreglar partidos fácilmente. Candidato al título.
Rusia: Estoy viendo el partido del Zenit. ¡Y qué gran jugador es Andrei Arshavin! Y súmenle a Akinfeev (gran arquero), a Pavlyuchenko, a Kerzhakov, a los gemelos Berezutski. La plata que Abramovich y Berezutsky le han metido al fútbol ruso está dando frutos. Además, si hay un técnico que sea un viejo zorro de estrategias, es Guus Hiddink. Pueden hacer mucho daño.

Clasifican: España y Grecia. Coco: Rusia. Decepción: Suecia.

Here, there & everywhere

1. Los hinchas del Internazionale Milano querían celebrar su aniversario con todo: liderando ampliamente la Serie A hace unos meses, se fueron por la conquista de la Champions. Pero bien es sabido por los eruditos del fútbol que pueden recitar los años de ascenso y descenso de Ferro, que 'equipo de cumpleaños no gana'. Así que el Inter fue eliminado sin haber avanzado mucho por un Liverpool que, aún de no gran calidad de juego, hizo pesar el nivel de su liga (comentario como para que Braisai llegue a un estado orgásmico). Por lo tanto, los hinchas decidieron que se conformarían con un 'doppieto': la Serie A y la Coppa. Pero, por varias distracciones, la Roma (y perdonden interrumpo, pero aclaro que es la GLORIOSÍSIMA Roma) se fue acercando y acercando hasta ponerse a tres puntos del líder, mientras que no aflojaba en la Coppa. Aunque en el derby della capitale el Lazio parecía haber destrozado cualquier esperanza romanista ('Game Over' cantaba "La Nord" después de la agónica victoria 3-2 en el minuto 94), la Roma siguió firme desde allí, esperando cualquier eventual tropiezo dei neroazzurri. Y, efectivamente, los tropiezos llegaron.
El primero jamás se olvidará en Milano. Una nueva edición del Derby della Madonnina venía con un sabor especial. El Milan Foot Ball and Country Club, es decir, la Associazione Calcio/Athletic Club Milano, o mejor dicho, los rossoneri venían de una mala campaña en Champions y de una peor en Serie A, luchando por conseguir un puesto de último momento para la próxima edición de la copa continental (¿Silvito los habrá descuidado por preocuparse cómo seguir robándole al pueblo italiano? No lo sé, no lo sé...); en cambio, el Inter tenía todo preparado para celebrar su decimosexto título, no sólo en su estadio, sino en la cara de su más odiado rival. Pero, con las botellas de vino y la juerga reservada en media Lombardia, pasó lo inesperado. Kaká y compañía revivieron para evitar la humillación y se impusieron 2-1, dejándole un recuerdo eterno ai milanisti que ya nunca se cansarán de repetir que ellos no se dejan abofetear de esa manera. Mientras tanto, la Roma ganaba su partido y reducía su diferencia a tan sólo 3 puntos, con dos partidos por jugarse.
Luego el Siena visitaba al Inter. Ahora sí era. El San Siro estaba decorado para recibir la fiesta y los hinchas se reunían en masa para celebrar al rededor del Meazza la nueva hazaña. Ahora no se podía perder. El Siena, un equipo de mitad de tabla –cuando está de buenas –llegaba a su cancha y no se jugaba nada. Aunque fiero romanista, mire con mayor nerviosismo el partido en Mediolanum que el que se jugaba en el Olimpico, pues el Atalanta no parecía presa tan difícil como que el equipo toscano aliviara nuestros latidos di Luppa. Y comenzó pasando lo que tenía que pasar. El Inter se imponía en el terreno de juego y abrió el marcador. Todo San Siro celebraba. Ya la Vecchia Signora era un recuerdo lejano, había llegado la era negra y azul. Pero no pasó mucho hasta que los muchachos del Sienna llegaran al empate. Cinco pelagatos saltaron en las tribunas del estadio, mientras que la mitad de Roma se abrazaba y un preocupado hincha en la esquina de Suramérica se espabilaba de emoción. El narrador interista de la RAI lo decía con cierta resignación: “Quizás hoy no sea el día”. Pero en el segundo tiempo, la esperanza renació: gol neroazzurro. De nuevo el estadio que tiembla y peligran sus cimientos. Pero no pasó mucho hasta que el Siena devolvió la alegría a los espíritus palpitantes giallorossi. El partido se ponía 2-2, mientras que la Roma vencía al Atalanta 2-1 y se acercaba a tan sólo un punto. Y en el minuto ’78 en Lombardia, todo pudo acabar, los hinchas pudieron haber saltado hacía Piazza del Duomo, hacia Sant’Ambrogio o hacia sus casas a emborracharse con Grappa o Sambuca. Pero Marco Materazzi, reconocido Terminator, decidió reemplazar al ausente Ibrahimovic en la labor de cobrar un tiro penal. Y para el éxtasis general dei romanisti, lo falló. Empate fue el marcador final y la celebración de los neroazzurri, no sólo se aplazó, sino que se complicó. En la última fecha Inter tendrá sólo que ganarle al Parma de visitante para quedar campeón. Pero la Roma tiene esperanza aún, y los hinchas confiamos en que el espíritu del Tino Asprilla se elevará en la Emilia Romagna y las ganas del histórico –aunque poco exitoso equipo- de no descender prevalezcan sobre las del rival de quedar campeón. La Luppa, además de esperar el milagrito, tendrá que ganarle al casi-casi-descendido Catania que luchará con todo lo que tiene (que no trasciende un par de volantes quiebrapatas) de mantener la categoría.
Y, como si fuera poco, el 24 de Mayo la Roma y el Inter disputarán la reedición de la final de la Coppa Italia, con el equipo milanés buscando venganza de la humillante derrota del año pasado (6-2 en Roma y 2-1 en Milano), mientras que el equipo de la capital intentará imponerse por primera vez sobre el único rival que le ha causado problemas en la liga doméstica. Y de paso, volver a lucir ‘lo stemma’ porque o sino ¿de qué sirve mi camiseta?
Ancora c’è speranza, ancora la Luppa può urlare alla luna in cielo e gridare ‘vittoria! Daje Roma!


2. Ahora o nunca, es ahora o jamás. Eso parece ser la consigna del Chelsea en esta temporada. Hay que ganar la Champions este año o Roman nos vende a los buenos jugadores y compra 27 delanteros más. Y, para eso, había que ganarle al Liverpool en semifinales, por primera vez en la historia y con el recuerdo reciente de 2005 y 2007. Todos sabíamos que iba a ser una batalla campal y que más de uno iba a caer entre sangre derramada. La presión del partido crecía y crecía, pero los locales lograron irse en ventaja, haciendo que los jugadores azules se desesperaran al prever un nuevo desastre contra los scousers. Luego, el juego cerrado de ambos equipos parecía que dejaría el encuentro 1-0 a favor de los locales. Pero, aplaudido al entrar al juego por todo el estadio, Riise comete un error fatal: cabezazo tratando de despejar un balón en defensa que sale desviado y ‘vence’ al arquero. 1-1 y ventaja de gol de visitante para el Chelsea. Así que para el segundo partido, no pude evitar esquivar gran parte de mi clase, aún sacrificando un examen, para conseguir primera fila en la pizzería más cercana con ESPN en sus pantallas. Y llegó el gol azul. Saltos en la mesa. Pizza por todas partes. La gaseosa a la mierda. Estábamos en la final de la Champions. Y las cosas le iba bien al Chelsea: el primero en caer en el segundo juego fue Mascherano quien, algo alterado por la presión del juego duro que ambos equipos ejercían esta vez en Stamford Bridge, se hizo expulsar por una ‘boludez’. Y, sin embargo, los de Rafa Benítez lograron empatar. Celebraciones en una mesa ajena y una mirada molesta que presentía que, nuevamente, iríamos a los penales, en los que el Liverpool ya se ha acostumbrado a ganar. Y se acabó el tiempo reglamentario, comenzó el surtido de cerveza y de nervios generalizados mientras, a la vez, comenzaba el tiempo extra. Y pasó lo increíble: Los equipos decidieron que querían evitar los penales y fueron a buscarse los goles que les compraran boleto a Moskva. Y para el delirio de los dos singulares hinchas blue en el recinto, llegaron dos goles del local y sólo uno del visitante. Por fin, por fin. La tercera es la vencida. Por fin, por fin. El Liverpool se había quedado en las semi-finales y el Chelsea lo había eliminado. Por fin, lo que todos queríamos ver: una final de Champions.
Y el rival que nos espera ahora es el mismo rival de todo el año. Ahora, es ahora o nunca. Nos dijimos todo el año mientras los veíamos sobre nosotros, pero siempre tan y tan cerca. Es ahora o nunca decíamos cuando el Arsenal perdía y nosotros desaprovechábamos las oportunidades para acercarnos y cuando lo mismo sucedía con en Machete. Pero, era ahí, o nunca. En Stamford Bridge, para sorpresa general, los vencimos y nos pusimos a tres puntos. Tres miserables puntos que, mirando desde abajo, parecen una infinidad pero, sabiendo que, desde arriba, se ven ínfimos. Y tenía que ser hoy, hoy o nunca, hoy o rezar por que a Roman no se le fueran de la mano las contrataciones. Pero hoy no fue, hoy no pudimos ni ganar nuestro partido, mientras que ellos ganaban sin problemas y celebraban nuevamente. Son los campeones y nosotros miramos desde atrás. Toda la angustia de persecutores de todo un año terminó en mera frustración y todo ánimo se desvaneció en un partido final. Y, sin embargo, la liga habrá terminado, pero todavía le queda un partido a esta temporada, el más importante de todos, el 21 de Mayo en Moscú, en el que, entre enguayabado y borracho, alentaré por evitar el doblete de Fergusson y la coronación del equipo que tanta cerveza me ha brindado.
Go Blues! We still can beat them!

3. Siempre he sido un opositor del descenso por ‘promedio’, especialmente en nuestra liga doméstica, donde no hay tal cálculo, sino una simple suma y resta injusta de puntos que, prácticamente, le asegura al recién ascendido la vuelta a la B. Pero hoy me alegro de que exista este sistema. Hoy me anima pues, a falta de un partido del todos-contra-todos de la Copa Mustang I, el Deportes Tolima se ha ‘asegurado’ el último puesto de la tabla de posiciones que, por ahora, coincide con la de la reclasificación, con tan sólo 15 puntos de 51 posibles. Luego de una campaña realmente vergonzosa, los hinchas de la ‘lechona’ (como Humbor llama cariñosamente al equipo), ya acostumbrados a luchar los primeros puestos e imponernos sobre los supuestos equipos ‘grandes’, tuvimos que resignarnos por primera vez en, al menos, diez años a ser pisoteados, a ser vilipendiados y a ser humillados por cuanto equipo pasó por Ibagué o cuanto tuvo el placer de recibirnos. El equipo que en buenas épocas no muy lejanas goleó al Envigado 7-2 d visitante, ahora tuvo que comerse el mismo resultado del Boyacá Chicó en Tunja. El equipo que no le había dejado ganar a Nacional en su terreno durante cinco años, ahora sufrió para terminar el partido con un decoroso descuento. El equipo que era pesadilla de los equipos capitalinos (todavía me acuerdo de los épicos 2-5 contra Santafé y del 0-3 contra Millonarios en el Campín), ahora perdió miserablemente ante los tres. Es que con dos jugadores decentes y el resto del plantel que no sabe dónde está parado, es difícil ganar un partido (como sólo se han ganado 4). Y faltándole el respeto a uno de los más grandes técnicos que ha pasado por la institución, despidiendo a Bernal después de tan sólo cuatro partidos y volviendo a contratar al antiguo técnico despedido por malos resultados, no hay forma de avanzar. Y, a pesar de todo esto, no quiero sonar como el típico hincha de Millonarios/Santafé/Inserte equipo en continua crisis aquí que se para ante una cámara afuera del estadio a reclamar por ‘injusticias’, ‘maltratos a la hinchada’ y ‘un surplus de ‘huevos’’, exigiéndole a la dirigencia que se vaya y a todos los jugadores que encuentren nuevo empleo. Tan sólo quiero expresar la frustración de hincha del colero, con pleno conocimiento de que el Señor Camargo puede hacer lo que se le dé la gana con el equipo (pues él es el propietario) y mostrar el deseo profundo porque algún día deje de verlo como una simple fuente mediana de ingresos y se dé cuenta que no es tan difícil hacer un equipo de fútbol de verdad, como hace dos y hace cinco años lo logramos.

TÚ GANAS, RAMÓN

Mayo 09 de 2008


Señor
Ramón Angel Díaz
Director Técnico
Club Atlético San Lorenzo de Almagro
Av. Perito Moreno y Av. Varela 1437
Capital Federal, Buenos Aires, Argentina

Asunto: Confesión

Estimado Ramón,

Ante todo un cordial saludo. Por medio de la presente, quisiera dirigirle unas sentidas palabras casi en nombre de una hinchada que ya empieza a parecer desesperada. Una hinchada que como sus jugadores quiere tanto ganar lo que sea que lo espanta todo. Usted sabe que entre más se quiere menos se consigue.

Le confieso que creía en Simeone. Le confieso que creía en Passarella, en Merlo, en Astrada y en Pellegrini. Le confieso que por un momento creí que un técnico como Simeone iba a ser capaz de eliminar un equipo suyo de la copa. Que tonto fui.

Le confieso que después de ver cómo usted hacía que nueve hombres jugaran como si fueran 12, me convencí de que su mano dura y sarcástica es la única que puede sacar a la banda del hoyo letárgico en el que está pataleando contra la corriente. Le confieso que me uní a una vecina y que creo firmemente que si no es usted, no es nadie.

Le confieso que he tomado la desición de no volver a creer en copas ni títulos hasta no verlo a usted en el banco local del estadio Monumental de Nuñez, o hasta no estar a escasos segundos de la gloria.

Le confieso que usted gana, que ya probó al mundo que Aguilar se equivocó al sacarlo y que todos nos equivocamos al creer. Le confieso que no le queda más que probar.

Ahora por favor, vuelva.

Cordialmente,



ING MR BRIGHTSIDE
Escritor aficionado de tercera división
LA PASION DEL FUTBOL
Bucaramanga, Colombia

GOD SAVES THE QUEEN

Siendo yo el más grande defensor y exaltador del estilo inglés, no me podía quedar callado ante lo que pasó en la Liga de Campeones esta semana.

Porque al fin, luego de años de decir que el fútbol Inglés es superior, al fin tengo fundamentos y hechos inapelables. Antes me quedaba en llegadas en masa a cuartos de final y ver como el Milan y el Barcelona se quedaban con la gloria.

Ahora, dos equipos ingleses están en la final por primera vez en la historia. Ya antes España e Italia habían tenido la oportunidad de darse ese lujo. Inglaterra domina Europa a nivel de clubes.

Lo gracioso es que este año los equipos Ingleses no jugaron ese fútbol vistoso que usualmente muestran. Los años saliendo a atacar sin frenos y descuidar la defensa dieron su fruto y les enseñaron la lección. Rafa Benítez y José Mourinho iniciaron con esa nueva precaución defensiva que tanta falta le hacía al fútbol Inglés, dando prioridad al cero en el arco sobre el ataque al estilo Italiano.

Sir Alex Fergusson y Arsene Wegner tardaron en aprender esa lección, a las malas claro. Wegner tuvo que perder una final y Fergusson tuvo que ver dos veces cómo el Milan con un fútbol defensivo y práctico mataba las ilusiones de su Manchester United.

Fergusson empezó a cambiar de filosofía desde que llegaron Edwin van der Saar y Nemanja Vidic, y la defensa del Manchester United fue otra, mucho más ordenada y sólida. Y este año en la fase eliminatoria de la Champions League fue otro equipo, ganando sus partidos con lo justo y siempre con mucho más sacrificio en defensa que en ataque.

DROGBA CELEBRA, CHELSEA ESTÁ EN LA FINAL

La segunda lección que aprendieron los equipos ingleses también gracias a los técnicos extranjeros (que debo decir también tuvieron su aporte positivo) y a la de los magnates extranjeros es la del plantel competitivo. Lamentablemente para ellos, el único que no la puso en práctica fue el Arsenal de Wegner, y por eso es que fueron los primeros en salir de la competencia.

Con los planteles que tienen Chelsea, Liverpool y Manchester United es muy fácil competir en dos frentes sin descuidar uno u otro. Si Vidic se lesiona, siempre están Brown o Piqué; si Rooney se lesiona tenemos a Nani; si Fernando Torres se cansa están Crouch y Voronin; si muere Pat Lampard siempre están Obi Mikel, Essien y Ballack. Pero, si Fabregas se cansa y Hleb se lesiona que pasa? que pasó cuando Robin van Persie y Eduardo da Silva se lesionaron? el Arsenal se quedó sin respuesta y sin pulmones, y por eso se quedó rápidamente sin nada por que pelear.

GLOR GLORY MAN UNITED. THANK YOU SCHOLESSY

Ahora, algo que me parece formidable como seguidor y defensor de la Premiership Inglesa es que los únicos que pudieron eliminar un equipo inglés este año fueron los otros equipos Ingleses. A pesar del mal comienzo del Liverpool y del Chelsea, ningún equipo de otra liga pudo darse el lujo de sacar a un equipo Inglés. Y aún con los problemas de lesiones y cansancio, el Arsenal murió dando pelea ante un Liverpool que tuvo que sufrir, así como el Chelsea tuvo que sufrir para sacar a su coco Europeo por fin.

Y sobre mi equipo? bueno, Cristiano Ronaldo no hizo ni sombra en la serie contra el Barcelona (pero dos partidos no le quitan que lleva más de 40 goles en la temporada y que es el mejor del mundo), Park jugó muy bien y me parece que se convirtió en un talismán, Rooney brilló por su ausencia, Nani trató pero no pudo, Wesley respondió cuando se le llamó a la difícil tarea de reemplazar a la pared Vidic, Río como siempre, inapelable, una garantía, un líder; Van der Saar salvador, Hargreaves y su inagotable calidad, Tévez con una entrega que le hizo acrededor a mi perdón de su pasado bostero, Carrick y su inteligencia y frialdad (no se dejó afectar por el error del Sábado), Giggsy se le extraña su nivel. Y el héroe, Paul Scholes, un premio con sabor de redención luego de perderse la final del 99. Se perdió una, pero le regaló al Manchester United otra, Dios lo bendiga a él y a esa bazooka de su botín derecho. Valdés nunca supo que lo golpeó.

Finalmente, mi equipo no fue vistoso, pero tuvo mucha entrega y orden y sea como sea que haya jugado ya estamos en Moscú. Punto.

Por eso, hoy estoy muy feliz porque el manchester United va a jugar la final del mejor torneo de clubes del planeta, y esa alegría me llevaría a muchas cosas y subjetividades si hablo sólo del Manchester United en este post. Por eso, quiero como conclusión destacar que Ingleterra está en la cima de Europa, y pase lo que pase el 21 de Mayo, la Orejona se va para la isla donde el fútbol nació y se juega tan bien.

Y luego, a ver la Euro por TV...
Pero ya saben lo que pienso sobre eso...

PD. Nos vemos en Moscow, POL.


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