El Fútbol, el Cúcuta y otros demonios
12 Contragolpes Anotó PALOMO el miércoles, febrero 28, 2007 al minuto 6:47 p.m..Corrían los años 80, y yo era tan grande que mi abuelo con su único brazo todavía podía alzarme y decirme cuanto pesaba en arrobas. Él siempre sonreía optimista aunque el tiempo se empeñaba en contrariarlo repitiéndole al oído que yo iba a ser tan grande como la herencia dictaba.
Mi abuela mientras daba órdenes en la cocina y preparaba los toques secretos decía:
- El “hombre ese” (mi abuelo) esta encerrado con el televisor. Ave María Purísima que ese equipo gané o sino quién se lo aguanta.
Y yo que era el único ser en los alrededores que lo entendía, era el único autorizado para entrar a ver el partido con el viejo. Televisor a blanco y negro, con el volumen en cero y el radio a todo volumen con la narración del negro Perea. Allí, en esa pieza llena de libros, magia, herramientas y afiches de candidatos del conservatismo aprendí que Maradona era un gran jugador, que Di Estefano era mejor pero nadie se acordaba de él, que Garrincha y Tostao habían sido el alma del equipo del Brasil del 70, que había que apostarle a Millonarios, y que algún día iba a volver un equipo a Cúcuta como el del 64 y sus negros aguerridos del Uruguay. Aprendí muchas cosas más sin duda, que no podría enumerar y que llenaron años de una amistad cómplice entre el viejo Isaías y yo. Amistad que desgraciadamente el tiempo cortó con el comienzo de una deuda entre el fútbol y yo. Una que apenas hace unos meses empecé a ver saldada.
Recuerdo cuando el fútbol me asesto el único golpe mortal que me ha dado. Era 1994 y la selección Colombia favorita a ganar el Mundial, había jugado muy mal los dos primeros partidos. Mi abuelo pasaba una semana mala, con su corazón a cuestas repetía “juegan como maricas, les hacen falta calzones”, y se ahogaba. Durante el partido final contra Suiza después del segundo gol de Colombia, sufrió un embolismo producto de la furia, la emoción y la alegría contenida que lo terminó matando semanas después en la cama de un Hospital. El fútbol se lo había llevado y yo lo culpe mucho tiempo por esto, el viejo se murió en su ley esperando tiempos mejores para Colombia y el Cúcuta Deportivo.
Para ese entonces yo ya era amigo de un escritor de esta casa, Diego Felipe Panqueva, mi amigo, hermano confidente y crítico más cercano. Una persona de gafas y pantalones caídos que me acompañó toda la infancia, la adolescencia y la adultez. Hincha furibundo, de esos que acompañó al Cúcuta durante los años aciagos en la B, de esos a los cuales una boleta de sombra en el general le hacía resplandecer los ojos. Diego solía decir “yo quiero al Cúcuta como un hijo bobo”. Yo supe desde los 3 años que Diego estaba enfermo, después me hice médico y comprendí con un temblor en el alma, que a este otro, con el que veía partidos y gritaba madrazos mientras el Cúcuta salía derrotado, la vida también me lo iba a quitar, Diego se murió en Noviembre del año pasado y mierda…. Tampoco vio al Cúcuta Deportivo campeón.
Por eso cuando el Cúcuta gano la final en Ibagué yo estaba pegado al computador escuchando el partido en Internet. Andrea, mi novia que no comprende mucho de fútbol pero intenta llevar una actitud un poco más comprensiva que la de mi abuela, me terminó abrazando cuando se dio cuenta que los gritos se habían vuelto lágrimas, lágrimas inocultables, las lágrimas de mi abuelo y de Diego, los negros aguerridos de Isaías que volvieron y salieron campeones del fútbol Colombiano. No podría decir que todo fue felicidad, yo soy medio melancólico, y cada vez que me acordaba del Cúcuta o veía la bufanda roja y negra (Ole y hacen bufandas en Cúcuta), me daba rabia y tristeza. Mi abuelo no había cantado un tango ese Domingo glorioso y Diego no me llamaba para reírse conmigo de los malos tiempos.
Ayer el Cúcuta Deportivo le empató a Gremio, en el estadio de Portoalegre. Ayer según escuché salieron los mismos negros aguerridos a hacerse matar en la grama. Ayer el Fútbol me siguió pagando una vieja deuda que tenemos. Y esto no termina acá, la copa sigue y probablemente no nos vaya tan mal como todos auguraron. Volverán los tiempos aciagos, la selección Colombia volverá al mundial y se volverá a quedar sin el mundial y yo me haré viejo.
Entonces espero morirme como mi abuelo, de un corazón tan grande que no me quepa en el pecho, y habiéndole enseñado a alguien que ese juego hermoso de 11 jugadores y un balón trae esperanza y alegría a todas partes. Que a pesar de que los colores del Cúcuta sean rojo de sangre y negro de años de violencia, pobreza y promesas incumplidas, siempre se puede esperar un Domingo en el cual morirse celebrando un gol.
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Comerciales y Futbol
7 Contragolpes Anotó Anónimo el miércoles, febrero 21, 2007 al minuto 11:01 p.m..Hace casi ya 2 años que vivo en Inglaterra, hace casi ya 2 que el fútbol volvió a hacer parte de mi rutina diaria, de mis quehaceres de fin de semana, de los deberes de mi manual de buena conducta con el mundo.
Es desafortunado pensar que cuando uno sale del país se lleva muchas cosas, no sólo las buenas, no sólo el desorden y el caos que se añora, o una tarde en el fogonazo del glorioso General Santander, se trae consigo siglos de guerra, historia y estupidez colectiva. Por esta razón todo Colombiano en el exterior parte, como dicen los golfistas, con un Handicap, parte de la concepción ciega y generalizada de que somos una raza peligrosa y recurrentemente asociada con las drogas.
Sin embargo yo no llegué a Londres, o a Madrid, o a París. Llegué a un pueblo con ínfulas de ciudad al Norte de Inglaterra. Un pueblo que me recordaba mi caliente, veraniega y descomplicada ciudad natal: Cúcuta. Vivo en Newcastle, más conocido entre los fans del fútbol como el TOON (Town en Geordie). Una ciudad con gente gritona, borracha, sincera, peliona y fuera de la cancha de fútbol generalmente amable.
Días después de aterrizar en la isla, decidimos con un par de amigos visitar una de los pubs más conocidos en la ciudad y en Inglaterra entre los aficionados al fútbol: el Strawberry. Un bar más viejo que mi abuela en frente del St James Park, que es el estadio del Newcastle United. Un bar de madera, donde sirven la cerveza más buena del mundo y donde señores entrados en años corean las barras del Newcastle antes y después de que el licor les ha nublado la cabeza. Un bar en el que sigo viendo los partidos al calor de una buena hamburguesa y una Newcastle Brown Ale.
El bar esta lleno de memorabilia del equipo, fotos, recortes de periódicos, autógrafos, camisetas, etc. Cual fuera mi sorpresa cuando en medio de aquellos grandes del fútbol ingles me estrellé de frente con una foto autografiada de Faustino “El tino Asprilla” mostrando su muelamenta y tratando de defenderse del frío con un par de guantes.
Ese día me di cuenta de algo que no había pensado jamás. Para mí Asprilla era talvez el delantero más talentoso que habíamos tenido en el fútbol Colombiano. Pero era también un antihéroe plagado de escándalos, excesos, que a mi manera de ver las cosas hubiera podido ser mucho más grande. Un tipo que para la época en la que me vine para esta isla ya estaba contaminado de reality show, Lady Noriega, oro y caballos.
Asprilla en Newcastle es un héroe, un héroe querido, respetado y añorado ahora que los tiempos del fútbol no soplan a favor de este equipo que más que una institución es un símbolo de esta ciudad y de esta gente. Desde aquel día me di cuenta que para un geordie (local) ser Colombiano no es ser mula, ni traqueto, es compartir un pedacito de tierra con un moreno que le clavo tres goles al Barcelona en la copa de Campeones, ser Colombiano es fútbol, es risa y volteretas.
Puedo contar mil historias de este calibre, como cuando en un restaurante en el que trabajaba para ayudarme los otros meseros me decían Tino o los clientes siempre me preguntaban por nuestro grande de Tulúa. Cuando por fin instale Internet en mi casa, mi amante novia y mujer (a la que no le gusta el fútbol y es colombiana) fue quien recibió al técnico y en medio del trabajo el tipo se entero de que éramos colombianos, y al instante se levanto y con mucha emoción empezó a gritar Tino, Tino.
Volví a ver muchos videos de Faustino, los buenos, cuando jugaba y era ídolo, y me di cuenta que una sola persona puede cambiar el mundo, aún más si esta es un futbolista. El Tino fue Colombia en este pueblo, fue una Colombia de la que me siento orgulloso, y que por tanto esta en deuda con este personaje que tantas glorias le trajo al fútbol Colombiano.
Aquí también se emborracho, me entere que jugaba a los caballos, y puso muchas tortas. Pero nadie se acuerda de eso.
Toon Toon, Black and White Army.
Viva el Tino, viva el Cúcuta Deportivo y que viva Colombia.
Ahí les dejo un video para que se emocionen un rato con los goles de este genio.
Perlas del periodismo nacional (2)
1 Contragolpes Anotó patton el miércoles, febrero 14, 2007 al minuto 4:00 p.m.."Que buena esa página Hernán" dijo emocionado.
Fue gracioso. Debe estar en la página, casi al final del programa ... por si se anima.
Las ilusiones argentinas
3 Contragolpes Anotó [adri] el lunes, febrero 12, 2007 al minuto 5:58 p.m..En el arranque del Clausura 2007 los equipos se prepararon y reforzaron, algunos más, otros menos, de acuerdo a las expectativas y las posibilidades de cada uno. La sola mención de Ramón Díaz (San Lorenzo), Riquelme, Bruno Marioni, Clemente Rodríguez (Boca) el Piojo López (Racing), Ponzio (River), Navarro Montoya (Chicago), nombres con peso que regresan al fútbol argentino, aseguran una cartelera estelar en el campeonato. Por ahora es una ilusión, después esas expectativas se cumplirán o no.
A River como siempre se le colgó el cartelito de candidato por sus incorporaciones y sus actuaciones en los torneos de verano. Pero no le sobró nada ante un Lanús que siempre complica a los grandes. El equipo de Passarella buscó imponer su fútbol para ganar y se quedó con los tres puntos recién sobre el final, más por su determinación que por su juego.
La trabajosa victoria de River contrasta con la abultada y fácil goleada de Boca a Banfield. El equipo de Russo arranca con la vergüenza del título perdido en el 2006, pero con la autoridad para imponer su juego, algunas actuaciones individuales de alto sumadas a las grandes ventajas que le dejó la defensa local, resolvió rápido la tarea.
Errores defensivos también deberá revisar Independiente. Estaba 0-3 al finalizar el primer tiempo con Colón y pagó caro la falta de coordinación, sólo el golazo de Denis sirvió para salvar el honor en una actuación desafinada, pálida, preocupante... Racing festejó un empate que no merecía en Mataderos, después de jugar muy mal. La Academia fue uno de los equipos que más expectativas había generado con sus compras pero por ahora los resultados brillan por su ausencia.
Y un día volvió Ramón Díaz y San Lorenzo debutó con un triunfo. Tuvo un muy buen arranque y casi lo remata de contra pero sufrió más de la cuenta con Gimnasia de Jujuy. El Vélez de La Volpe sigue en la buena sintonía que se proyectó en el Repechaje de la Copa Libertadores. Es un equipo con una notable vocación ofensiva, aunque el arquero se lució con varias tapadas.
Central le ganó a Belgrano, Arsenal a Gimnasia de La Plata y, en Mendoza, Godoy Cruz a Argentinos, uno de los rivales directos en la lucha por el descenso. Es de esperar que pronto sea un recuerdo y que, en ese sentido, este torneo no se parezca en nada al que terminó en diciembre.
juego limpio por favor, no podemos hablar de amenazas apenas en la segunda fecha, por favor que es esto
(entonces amenazarlos en las últimas fechas si tiene lógica)
Ricardo Henao Calderón hablando de las amenazas sobre el técnico del deportes Quindío Diego Édison Umaña, Noticias RCN, 1:25PM, Febrero 12 de 2007.
Que pesar que no repitan los noticieros más tarde para inmortalizar esa bestialidad en video.
QUE PIEDRA PERDER CONTRA NACIONAL
3 Contragolpes Anotó Anónimo el domingo, febrero 11, 2007 al minuto 12:07 p.m..Más del equipo cardenal en http://vamosantafe.blogspot.com