LA PASIÓN DEL FÚTBOL

Hermanos, hoy me dirijo a ustedes porque había que decirlo. Porque en todos lados (hasta en Cosmo TV) hablan de ello, y esta excelente congregación de fanáticos no podía quedarse atrás.

Veníamos palpitándolo de a poco desde que nació el blog, y esta semana ya luego de tanta espera empieza la cita mundialista. Los 32 mejores equipos del mundo (entre los cuales no estamos nosotros) lucharán desde el viernes (Viernes! Viernes! Viernes!) para coronar al mejor de todos.

Quien sabe. Quizá la próxima semana nuestro equipo favorito ya habrá sido eliminado, o algún equipo haya sido descaradamente beneficiado por algún juez, o se haya empezado a notar que todos los partidos carecen de nivel, o qué se yo. Y ya no queramos saber más del mundial.

Pero señores, esta semana todo es emoción, todo es esperanza, todo es contar los minutos que hacen falta para que en Munich empiecen a rodar los Teamgeist (así se escribe?) y esa enorme cantidad de guerreros que hace poco publiqué inicie la afanosa batalla por la copa con la que todos sueñan.

Esta semana hay 32 candidatos, y todo un planeta con sus ojos en la copa. Y aunque haya ausencias, haya notas tristes, haya amenazas, haya miedo, o haya injusticias; nada de eso se siente todavía. En estos momentos es cuando todo lo que se siente es la emoción que sólo el fútbol nos despierta.

Personalmente todas mis esperanzas están en que este sea el mejor mundial de los que he visto. Por la calidad de los jugadores, porque (con la mano en el corazón aunque duela) la única ausencia sensible será Camerún, y sobre todo porque hay tantos equipos que para mí podrían llevarse perfectamente el título ya sea por historia, por su momento, por localía, etc.

Compren las cervezas y los pasabocas, alisten las gargantas y los ojos, aparten el control del televisor, acaben de llenar el Paninni, adviertan a las novias (o esposas o madres o hermanas), pónganse cómodos; y disfruten del mejor espectáculo que puede dar el fútbol. Porque sólo pasa cada cuatro años.

Y hagan sus apuestas, y escojan bando. Por mi parte, mis fuerzas estarán con la selección de una fría isla inmunda donde juegan al fútbol tan lindo como nadie sabe hacerlo (la belleza está en los ojos de quien la ve). Y las suyas? (Go England!).

Y que no gane el mejor, porque si es así gana Brazil …