LA PASIÓN DEL FÚTBOL

El fútbol desde siempre ha sido mi deporte favorito, me gusta verlo, oírlo y sobre todo jugarlo. Pero en la vida de futbolista me fui yendo más por el microfútbol o futbol de salón, que no es lo mismo que el futsal, y por las “banquitas”, así de barrio en barrio de cancha en cancha recorrí muchos lugares de Bogotá. Jugué muchos campeonatos, case muchas peleas, recibí y di muchos golpes, gane algunos torneos, enfrente a jugadores de muy buen nivel y a algunos de selección Colombia, bebí mucha cerveza. En fin tuve un recorrido interesante, y todo término, de repente me aleje de las canchas, de los torneos, de los amigos de las peleas y de andar de barrio en barrio como cuando en un solo fin de semana jugábamos hasta 4 campeonatos.
En algo así como 6 años jugué un solo campeonato, un interno en una empresa que trabaje y donde quedamos terceros con un equipo en el que yo era la figura, lo cual es bastante macondiano. El año pasado jugué la gloriosa COFOL con el glorioso DILTV y de lejos se noto la falta de ritmo, de distancia, de nivel, fue casi desastroso, los atacantes pasaban de lo más fácil por mi costado, los cierres nunca aparecían y el estado físico era simplemente miserable, tan mal volví que hasta cubrirme se me olvido y por eso una IBM que juega en vulpelcula me pego un codazo en el primer partido que jugué.
Y bueno, hace un mes volví al asfalto, al barrio, al campeonato, a las banquitas. Volví con un equipo que dirige uno de mis anteriores compañeros de equipo, un tipo que jugaba muy bien que fue goleador pero que el destino le jugo la mala pasada y se lesiono de las dos rodillas por lo que no pudo volver a jugar. Me encontré en el equipo con el segundo delantero de aquel entonces ahora jugando como defensa, eso sí con gran salida y la pegada intacta. El resto del equipo son un grupo de muchachos, muy buenos jugadores, con desequilibrio, gol, fuerza, mucho talento y mucho gol. No es por nada, pero tenemos un buen equipo, equilibrado, que se divierte jugando y que gana, tanto que vamos en los primeros lugares de los tres campeonatos que estamos jugando, sí señor, tres, uno de micro y dos de banquitas. En uno de banquitas estamos a punto de terminar la primera ronda y ya estamos clasificados a los dos cuadrangulares de los que pasan los dos primeros a jugar cruzados, donde esperamos estar.
Por supuesto que el regreso no fue fácil, en los primeros partidos me vi de nuevo falto de distancia y lo demás, pero ya pasados varios partidos he logrado encontrar algo de futbol que tuve alguna vez, en la marca he logrado medir la cancha y a los rivales, anticipar es dificilísimo pero que me pasen también, y es más, hasta goles he hecho.
El microfútbol tiene un ingrediente principal: el público. Jugar en canchas con 50 y más personas, por supuesto la mayoría familiares de los jugadores, haciendo barra, y barra brava, es algo lindísimo, el sentir la gente metida con sus equipos y con los rivales, por supuesto, es muy bello. En el campeonato de micro que jugamos es en el barrio que viven varios de los jugadores de mi equipo y uno de ellos tiene una barra propia compuesta por mamá, hermanas , tías, sobrinas y demás que llevan papel picado gritan todo el partido y hasta le tienen canciones a su jugador, no se imaginan, es simpatiquísimo, todo un show. Show que para mí es algo que me motiva, me alegra y me invita a jugar mejor para darle emoción y gusto a toda esa gente que se toma la molestia de emocionarse con un grupo de jugadores a los que no idolatran ni mucho menos, es mas escasamente conocen con referencias generales como: “el gordo ese que no sabe sino dar patadas” o el “flaquito ese que la hace bien” y otros menos amables por supuesto. Sí señor, lo mejor de todo es la gente que cuando se va hacia su casa después de ver jugar sus equipos se va comentando el golcito que uno hizo con tanto esfuerzo, o de arepazo, según sea el caso.
Esta semana estrenamos uniformes, patrocinados por cierto, prometo, aunque a nadie le interese, fotografías del estrene, y si llegamos a la final también estaré reportando a ver si alguien se anima a ir por allá al lejano occidente a ver el equipo de este aficionado al futbol y a millos que de barrio en barrio se las da de jugador.